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Ensenada: un Club Náutico que dejó de ser náutico

Muchas veces, el envoltorio nada tiene que ver con el producto. Y algo así sucede con el Club Náutico de Ensenada. La comparación con un “producto” no es al azar, lejos de ser una institución social y deportiva, es manejada como una empresa por la actual comisión directiva que ningunea y castiga constantemente a una de sus actividades centrales, que cómo lo dice su nombre identitario, es la náutica.

La última medida adoptada que generó un gran malestar en los nautas fue “establecer un límite de accesos mensuales sin cargo a las embarcaciones con amarra”. A partir de una carta firmada por casi la totalidad de los socios de ese sector, respondieron: “Consideramos que esta decisión no está en sintonía con la dinámica de la actividad náutica y que no debería haber limitaciones en el número de personas que sólo aborden las embarcaciones y no hagan uso del predio”.

En esa línea, explicaron: “Naturalmente, el acceso de personas no socias al Club es responsabilidad de los propietarios de las embarcaciones que deberán asegurar que se efectivice el pago correspondiente si hicieran uso de las instalaciones”.

A pesar de no obtener ninguna respuesta por la Comisión Directiva, en el documento entregado expresaron: “Es importante aclarar que apoyamos y vemos muy positiva la iniciativa de reforzar los controles de acceso al Sector Cingano, lo cual redundará en mayor seguridad para todos los asociados”. Cabe mencionar que, desde hace varios días, el candado de ingreso y egreso a la Isla, no funciona.

En los últimos años, el histórico club del Arroyo Doña Flora decidió darle la espalda a la náutica: “Aumentaron exageradamente los aranceles (casi 100% en un año), pero no hay ninguna mejora en el predio. El gran caudal que ingresa por amarras y cuota social va destinado a otras actividades o vaya a saber dónde. La isla está abandonada y las únicas mejoras las realizó la Municipalidad de Ensenada”, protestaron.

Ante la falta de respuestas, el grupo de socios le exigió al Presidente Eduardo Bonino y al tesorero Fabián Ameguino una reunión urgente.

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